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A veces sentimos que lo que barrimos y escondimos debajo de la alfombra,en un santiamén pueden volar por el aire de la casa,y ensuciarnos de nuevo.Por un acto,inconsciente,llevado por valla a saber qué.Queriendo recordar los viejos tiempos,las cosas dichas,las cosas vividas.
Pero en ese momento,cuando lo empezamos a hacer,ya somos consientes de lo que estamos enfrentando,y las pequeñas cosas del pasado nos invaden,pero sin embargo seguimos.
Como abrir una pequeñisima herida,ya sicatrizada (¿ya sicatrizada?),y escarbarla.Y ahí mismo,es cuando empieza a doler de nuevo.Quizás no tanto como cuando nos sangraba,y llorabamos por eso,pero tenemos el malestar ahí adentro nuestro.